Recuerdos + mensaje de fin de año


Parte de mi 2016 y faltan muchas fotos.

De la izquierda superior a la derecha inferior... La cena de noche buena, mi cumpleaños número 18, un día típico de universidad, primer día del quinto semestre, un día d esos donde uno se siente bello (y además me iba a mi casa luego de muchos días), un pasticho de mi abuela para alegrarme la vida, el 31 de diciembre del año pasado, último día de clases por este año y la última foto, el día que fui emocionada a la Asamblea Nacional (cuando todavía los quería y pensaba que iban a servir de algo).

Mi 2016


Este año para la mayoría ha sido caótico y excesivamente negativo. En parte para mí también pero me voy a concentrar en lo bueno. En lo que aprendí, en lo que me dejaron las experiencias vividas este año, en los momentos y personas por los que me siento agradecida.

Mi conflicto adolescente


NOTA: El texto a continuación es la versión larga de una tarea que me fue asignada en la universidad el semestre pasado. Para entregarlo, tuve que acortarlo debido a falta de espacio, porque solo tenía una hoja para copiar, lo que resultó bastante complicado pero no imposible. Y como me quede con las ganas de que alguien lo leyera completo, aquí está.

En medio del caos



La sociedad venezolana está atravesando una ardua época que ha afectado psicológicamente a la mayoría de las familias. No es un secreto que la mente del venezolano está inundada de preocupaciones causadas por la situación económica, política y social. Así que es común observar signos de estrés en la conducta de los individuos. Pero, en medio de tanto caos… ¿Será que aún es posible ser feliz?

Sí, es posible. Al menos medianamente. Pero para encontrar felicidad es indispensable restarle importancia a los aspectos negativos que nos abruman, comenzar a valorar las pequeñas cosas, los detalles y satisfacer las necesidades personales. Cuando te sientes feliz y satisfecho con tu vida y logros, puedes aspirar a más, como el querer cambiar un país o una sociedad, por ejemplo. Así que voy a explicarte una forma de hacerlo, para que cada día seamos más los que contribuyamos en la reconstrucción de nuestra nación, esa que anhelamos y esperamos tener en algún momento.

Citando al fundador de la escuela cirenaica, Aristipo, la felicidad humana proviene de la liberación de las inquietudes. Suena simple pero no lo es. Porque el ser humano es complicado por naturaleza y le gusta complicarse la vida también, siempre vive preocupado e incluso llega a desconocer que debería disfrutar la vida que le ha sido otorgada.

Como todos, he intentado dejar de lado la incertidumbre e inquietud que me causa el estar viviendo en estas circunstancias. Así que conozco el sentimiento de frustración por lo difícil que es. A su vez, he aprendido una técnica interesante que me ha servido en mi proceso de ser más feliz y angustiarme menos.

Primero que nada, aceptar que existen sucesos que no se pueden cambiar. Hay cientos de momentos donde vamos a sentirnos molestos y con un deje de tristeza por no poder controlar una situación pero ahí es donde debe salir a flote nuestra racionalidad y decir “no, no puedo cambiar los hechos”.

La mayoría de las cosas que están sucediendo son imposibles de cambiar, al menos individualmente y aunque nos disguste, tenemos que (por los momentos) tolerar la situación.

Consecuentemente, no se debería juzgar a otros por sus acciones o reacciones porque como dicen los cirenaicos, únicamente se tiene conocimiento de los sentimientos y percepciones propias.

Como siempre me decía alguien, “cada cabeza es un mundo”, lo que es igual para uno no es lo mismo para el otro, por lo que juzgar está de más. La percepción de la realidad es particular de cada quien, no todos se regirán bajo tus principios por lo que tampoco poseerán la misma ética.

Por otra parte, es elemental disminuir lo más posible la connotación negativa que le atribuimos a ciertas experiencias. Lo que resulta de gran ayuda porque permite reducir el nivel de estrés y angustia, cuando lo dañino deja de dominar nuestros procesos cognitivos, es posible observar el entorno desde un punto de vista más amplio que llega a ser más positivo.

Evita pensar más en lo malo que en lo bueno. Por ejemplo, en estas navidades, aprovecha a tu familia, a tus amistades, a tu mascota si la tienes y el que estás con vida, aún puedes disfrutar y gozar, solo tienes que averiguar cómo.

Y por último, actuar honestamente, buscar el placer propio y hacer aquello que te llene de goce y felicidad, como hacer el bien, el amor, la amistad, la sabiduría, las artes, viajar, entre tantas otras cosas.

La felicidad viene de la mano con los sentimientos placenteros y la evitación del dolor. Según los cirenaicos, lo que te hace bien, te da placer y por ende, te hace feliz.

Aunque no es posible hacer todo lo que se desea por cuestiones obvias, ve de a poco, evalúa lo que deseas e intenta cumplir lo que esté a tu alcance.

Disfruta e intenta complacer esos deseos inmediatos porque el futuro es incierto, puede que tus metas cambien, que las condiciones no estén dadas o que la vida se termine en un santiamén.


Ensayo de la película A Ciegas.


A Ciegas es una película de 2008 que tuve que ver porque debía hacer un ensayo para Deontología sobre ella. Si buscan en internet, encontrarán la siguiente sinopsis: 
"La película está basada en la novela Ensayo sobre la ceguera (1995) del Premio Nobel de Literatura, José Saramago, que trata sobre una epidemia súbita que causa la ceguera de los habitantes de una ciudad moderna y que resulta en el colapso de la sociedad."

Puede llegar a ser interesante, aburrida o asquerosa, dependiendo del punto de vista. A mi me gusto, hasta cierto punto. Comprobé que lo que me dice una amiga es cierto, me suelen mandar películas bastante singulares para analizar.

Advierto, si no han visto la película y no les importan los spoilers, pueden leer tranquilamente el post o verla y luego leer mi post. Aquí solo hablo de lo más relevante de la película, hay muchas cosas que no mencione porque el ensayo debía ser lo más corto posible y sin embargo, me extendí más de la cuenta. 

Sin más nada que decir, les anexo el texto que escribí para la universidad.

...

A diario, escuchas a personas preguntándose qué harían en una situación o momento dado, pero ciertamente, su respuesta no será acertada. El ser humano no está realmente seguro de cómo reaccionaría ante un escenario impactante o peligroso. Esos escenarios son un claro ejemplo del vulgar “como vaya sucediendo, vamos viendo”, donde no hay momento alguno para planear porque todo puede cambiar debido a lo impredecible del ambiente.

Por otra parte, los gobiernos deberían contar con planes para prevenir las tragedias. Es por ello que desde el primer momento, sentí cierto disgusto ante las medidas tomadas por el gobierno, el pánico y el egoísmo dominaron sus decisiones y aunque querían proteger a la mayoría de la población, abandonaron a una gran parte de ella y se rindieron sin buscar salidas alternas. No buscaron la cura o el porqué de la epidemia, después de cierto punto no les proporcionaban la suficiente comida a las personas ciegas, el número de emergencia se encontraba desconectado, los dejaron a la deriva en aquel centro y mataban a aquellos que desobedecían. Probablemente consideraban que el dejarlos sin insumos y el padecer de una epidemia conseguiría acabar con la vida de todos los enfermos y así radicar la enfermedad, es un acto deshumanizado, cruel y no adecuado pero que se deduce porque ocurre.

Otro aspecto observable, es la diversidad de actitudes, mientras que en el Ala 1 deseaban ayudarse unos a otros y regirse por reglas para mantener un orden, el Ala 3 quería liderar y hacer lo que le viniera en gana. Comienza la discordia, o como uno lo diría coloquialmente, una pelea entre el bien y el mal. El jefe del Ala 3 tiene un arma y comienza a amenazar a los demás con ella. Si hay algo más peligroso que una persona con un arma es una persona con discapacidad visual y un arma cargada. Él está actuando contra la moral de una gran mayoría de personas. Su ambición de poder es tóxica, atenta contra la vida de otros seres humanos y perjudica el sistema equilibrado que existía en el centro.

Cuando el caos está en pleno apogeo, el Ala 3 pide féminas para intercambiar por comida. La simple idea es nauseabunda pero nueve mujeres del Ala 1 ceden al trato, no lo hacen por ellas, sino por el grupo, se están sacrificando por todos. Y sí, se sacrifican porque están dejando a un lado el orgullo y la dignidad. Es una escena desgarradora y triste, la muerte de una de las jóvenes completa el cuadro y hace que el momento sea más trágico. Un adulto mayor que ayuda al dirigente del Ala 3, se entera que esto sucede y es sorprendente cuando por un momento, piensas que siente algo de culpa y remordimiento pero solo dura unos segundos, él vuelve a sus andanzas.

Llena de impotencia, rabia, indignación y otros sentimientos, la esposa del doctor mata al cabecilla del Ala 3 y libera a las mujeres que se encontraban allí. Que asesine a ese hombre con las tijeras podría ser suficiente razón para juzgarla y encarcelarla por ir en contra de las leyes éticas y legales, eso en un contexto normal, sin embargo; su contexto es distinto y sus razones para realizar aquella acción son válidas.

A pesar de todos los aspectos negativos que se pueden encontrar en algunos personajes, es maravilloso el lazo que se forma entre los protagonistas, como se cuidan unos a otros y mantienen cierto conjunto de normas, valores y costumbres. A pesar de lo difícil que es la situación que pasaron, el estar unidos los mantuvo a salvo y relativamente estables emocional y físicamente. “La fuerza está en la unidad”. 


Nueva app, nueva obsesión

Hay una actividad bastante peculiar que realizo cada cierto tiempo al actualizar mis aplicaciones y eso es buscar más aplicaciones. Desde juegos, hasta aplicaciones de ejercicios, diarios, idiomas o calendarios. La última que encontré y me fascino fue justamente un calendario. Realmente había bajado dos pero, una tenía casi todas las opciones geniales solo disponibles para usuarios PRO y la elimine. Me quede con la otra y que buena elección hice.

La app se llama "Daylio". En ella registras entradas donde puedes escoger tu estado de ánimo, las actividades que realizas y agregar un texto. Si la utilizar a menudo, puedes ver cómo va cambiando tu estado de ánimo durante el día, la semana e incluso los meses. Además, posee estadísticas donde contabiliza los cinco estados que posee, cual es el más común en ti o el más escaso. De igual forma muestra las actividades que realizas con mayor regularidad. 
También puedes agregar recordatorio y bloquear la app con un pin para que solo tú puedas ingresar en ella. 

Algunos dirán "que app tan tonta" pero a mí me encanta, es demasiado tierna. Me permite conocer y cuantificar la cantidad de veces que estoy mal o buen humor, cuando estoy tipo 'meh' que nada importa y así. 
Otra cosa que me gusta de Daylio es que puedo escribir todo lo que me molesto, me alegro o me entristeció durante el día y se siente como tener un diario personal. Lo que es bueno porque considero que no importa la edad que tengas, expresar lo que sientes es una de las mejores maneras de drenar, liberar y dejar ir para vivir con mayor plenitud y paz. 


Perdida entre deberes + mensaje navideño.

¡Hola hola! 😊

Extraño el blog, me picaban y siguen picando los dedos por las ganas de escribir.
No se si ustedes extrañaron el blog pero yo si. 

Casi un mes sin publicar, no he tenido tiempo para culminar ninguno de los posts que tengo en borradores. Pero, buena noticia, ya casi salgo de la universidad y cuando tenga vacaciones planeo ponerme al día con el blog.
El último mes no ha sido fácil. Este semestre ha venido cargado de trabajos, actividades, gastos excesivos y muchísima responsabilidad. Todo esto me ha tenido ocupada, alejada y algo estresada. Lo bueno es que he cumplido con mis deberes y estoy recibiendo resultados positivos. 
El estrés que acarrean las nuevas responsabilidades no es en vano. No solo las notas están yendo bien sino que me estoy nutriendo de conocimientos, lo que me llena de alegría y satisfacción.

A pesar de estar perdida entre tantos deberes y mareada por todo lo que debo leer, decidí tomarme unos minutos para escribir el post y luego seguir resumiendo la información para un parcial que tengo la semana entrante. 

Espero que estén bien, que a pesar de toda la situación país les esté yendo relativamente bien. Por cierto...

¡YA ES DICIEMBRE!
Tiempo de sacar cajas empolvadas, poner la navidad en casa, escuchar gaitas a cualquier hora e intentar comer toda la comida navideña que sea posible. 
Saquen a flote ese espíritu navideño que todos tenemos en alguna parte. Olviden todo lo material por un tiempo y a disfrutar de la navidad, el ambiente familiar y de los amigos. 
Época de convivir con nuestros seres queridos, agradecer por tenerlos en nuestra vida y disfrutar con ellos de los últimos días del año y de los primeros del próximo. Nada más bonito que disfrutar con y a quiénes amas. 

En fin, a agradecer lo que tenemos y disfrutarlo porque como hay algunos que están mejor, hay otros que están peor y no podrán tener siquiera lo que nosotros sí.

PD: Se vienen más mensajes navideños llenos de ternura porque yo amo estas fechas. 


Lee, escribe, habla.

Leer concede la posibilidad de nutrirse de conocimientos, de obtener nueva información, aclarar dudas, comprender y mejorar la gramática y la ortografía. Leer es expandir horizontes, conocer nuevos mundos, explorar, entender. 

Escribir proporciona la oportunidad de expresar, resumir, narrar, describir, parafrasear. Escribir es plasmar pensamientos, ideas, situaciones, recuerdos, hechos, conocimientos.

Y el hablar, es la ocasión ideal para transmitir todo lo que se ha aprendido, todo lo que se quiere expresar por medio de la producción del lenguaje. Hablar es formular, exclamar, exteriorizar, decir, contar. 

Lee, escribe, habla.



Entre queja y queja.

No sé si soy solo yo, o seremos muchos los que estamos así, pero hablo por mí cuando digo que parezco estar programada para quejarme de todo. En efecto, yo no puedo pasar más de un par de horas sin expresar al menos una queja en voz alta. Lo más probable es que sea acerca de una situación sin importancia pero que en ese momento, adquiere un valor mayor para mi persona.

Tiendo a quejarme de eventos que no puedo cambiar o por otra parte, me quejo en vez de hacer algo útil para modificar la situación. 

Pondré un ejemplo de una experiencia personal que fue lo que me llevo a escribir este post. El lunes en una clase el profesor nos comentó que solemos molestarnos por el alto costo de la matrícula universitaria (para los que estudian en universidades privadas) pero aun así, nos alegramos cuando el educador no da toda la hora de clases. Hay emoción cuando el profesor falta, andamos pendientes de la hora; antes, durante y después de clases. Como si hubiese algo más importante, como si fuese mejor estar haciendo otra cosa que no sea educándonos, aprendiendo acerca de una carrera que nos apasiona (al menos en mi caso).

Nos quejamos y no damos el ejemplo.
Nos quejamos y no aprovechamos lo que tenemos.
Nos quejamos y no hacemos nada para cambiar eso que nos molesta.
Nos quejamos cuando pasa algo y cuando no, también.
Queja tras queja, pero no solemos hacer nada entre tantas quejas para cambiar la situación.
¿Pero saben qué? Hasta que no empecemos a construir algo diferente, vamos a seguir quejándonos de nuestra realidad. Una realidad que no va a cambiarse sola y que necesita de nuestro esfuerzo.

Así que la próxima vez que vayas a quejarte de alguna situación que puedas cambiar o utilizar a tu favor, no lo dudes, sácale provecho.

Yo voy a empezar de a poco así que lo primero que me he propuesto será disminuir mis quejas, como la de querer salir antes de clases porque mientras más conocimientos pueda adquirir durante esas horas, mejor para mí.

¿Qué hay de ti? ¿Qué queja dejarás de repetir constantemente? ¿A qué experiencia le empezarás a sacar provecho?


Reseña del libro Yo antes de ti.



Hace un tiempo leí este libro que seguramente muchos habrán leído y me hizo llorar. También pensé. Pero lloré más de lo que pensé o reflexione.

Él tiene un accidente y queda tetrapléjico y ella; se vuelve su cuidadora luego de perder su empleo. Él quiere morir, ella intenta cambiar su forma de pensar indirectamente pero es imposible, no importa cuanto lo intente o el amor que llega a sentir por él. No importa si él siente lo mismo, como él mismo expresa, no es suficiente.
Y si, a veces, el amor no es suficiente.

Pensé acerca de la situación y de la posición de ambos, pero lo que más hice, fue llorar. (En serio, no podía parar).

Lloré porque él no quería vivir.
Lloré porque ella se enamoró de él.
Lloré porque no tendrían una vida juntos.
Lloré porque él estaba atrapado en esa silla.
Lloré porque se hicieron felices el uno al otro mientras pudieron.
Lloré porque ella va a vivir nuevas experiencias, gracias a él.
Lloré porque él logró que ella encontrará un nuevo camino.
Lloré porque él murió pero murió porque él quería, porque fue SU decisión y de nadie más.
Lloré porque ella entendió eso y a pesar de todo, eso le hacía sentir mejor, incluso feliz, porque él tuvo lo que quería.
Lloré porque queramos o no, la vida es así.
Lloré porque es real.
Lloré, porque pude imaginar a personas en esa situación y lo difícil que debe ser.
Y lloré porque drené emociones que había reprimido durante meses.
Lloré porque soy una sentimental que aprovecha cualquier situación para llorar. 

 Lloré porque si fuese alguien que conozco, no le recriminaría el querer morir, quizás buscaría alguna forma de hacerle ver el mundo desde una perspectiva que le anime a seguir con vida pero si no lo logro, dejaría que se vaya y aunque duela, estaría bien con ello porque es su vida y aunque no pueda moverse o valerse por sí mismo, aún es consciente para decidir que quiere hacer con su vida.
  
'Yo antes de ti' es un libro que me permitió conocer dos perspectivas. La de una persona que quiere morir a consecuencia de su condición; y la de un cuidador que desea que viva y quiera hacerlo. Es una situación complicada pero hay que analizar ambas posturas. 

Will ha tenido una vida llena de adrenalina y aventuras por lo que estar tetrapléjico le impide hacer lo que siempre le ha apasionado. Es comprensible que no desee vivir de esa manera, perdería su esencia. Por otra parte, Clark es la digna representación de una persona bondadosa, humilde, habladora y llena de gracia. Clark se enamora de Will y quiere que él viva a toda costa pero él no quiere. Pueden quererse con intensidad pero eso no es suficiente, él no desea ser una carga y tampoco que ella se restringa de hacer lo que quiera solo por tener que cuidar de él.

Los entiendo a ambos, tanto como se puede entender cuando no se ha pasado por una situación similar. Y admito que adoptaría la posición de Clark, hasta que me permita ponerme en los zapatos de Will por un momento; porque me daría cuenta que él no merece vivir solo porque otros lo deseen. Padecer una discapacidad no debería quitarle a una persona su poder de tomar decisiones y sobretodo si se tratan de sí mismo. 
Al menos que se padezca una patología que afecte la capacidad de racionar; una persona debería ser capaz de decidir qué hacer con su cuerpo, con sus bienes y con su vida. 
Si alguien no quiere vivir y no tiene motivos para ello, no debe ser obligado a estarlo. Estaría mal y sería inhumano ir en contra de su deseo y decisión. Aunque como familiar o amigo quieras mantenerlo con vida y motivarle a vivir, hay que entender su posición y no forzar un cambio en la misma. 

Si conoces a una persona con esa perspectiva, hazle saber tu opinión si lo deseas o si quiere escucharla. Y también (solo si te nace hacerlo), coméntale que aunque no estés de acuerdo, buscarás entenderlo porque le quieres. Haz que disfrute cada segundo de la vida mientras aún respire, sin necesidad de ir muy lejos, ayúdale a disfrutar de la cotidianidad o de aquello que siempre ha deseado. El estar ahí para esa personas es el mejor regalo y recuerdo que puedes darle para que se lleve consigo, seguramente sabrá apreciarlo. 

Siempre que estés ante una situación que no entiendas o que te cueste comprender, deja tus prejuicios a un lado e intenta pensar diferente; no como tú sino como alguien más y verás cómo puedes comprender aquello que antes 'no te entraba en la cabeza'. Cuando lo entiendas, respétalo porque cada quien piensa distinto. 
  
Más que una reseña, este post es una reflexión y una forma de ver la situación por la que pasan los personajes del libro. Es mi humilde opinión, así lo veo yo. 


Hoy me permito extrañar(te).

Desde que te deje ir no me permito extrañarte.
Con el tiempo me di cuenta que aunque lo intentara, ya era imposible.
No sé si es porque te he olvidado o porque solo te quería para que me escucharas y como dejaste de hacerlo, acabe por no necesitarte.
Pero hoy, te echo de menos. Y no solo echo de menos que me escuches sino todo de ti.
Hoy, que no sé a quién recurrir a pesar de que me rodean personas de confianza, aunque no estés aquí, hoy solo te quiero a ti.

Para desahogarme contigo.
Para ahogar mis penas contigo.
Que me leas o escuches.
Que estés ahí para mí.
Que me abraces y permanezcamos en silencio.
Que me quieras de nuevo, como antes. Al menos por ese corto período de tiempo en el que necesito.

Y que al final, cuando termine de contarte todo, cuando el abrazo acabe, me dirijas un par de palabras o una mirada para demostrarme cuanto me has extrañado porque en ese momento, deseo que me lo digas para poder decirte que sí, que yo igual, yo también estuve extrañándote.

Hoy, cuando la nostalgia me consume, siento que solo eres tú, el ser capaz de lidiar con la montaña rusa emocional que se ha apoderado de mí.

Hoy, siento que solo tus chistes pueden hacerme reír.
Tu risa puede devolverme la paz.
Tu mirada puede transmitir la tranquilidad que anhelo.
Conversar contigo puede hacerme olvidar y así solo centrarme en ti, en tu voz.
Abrazarte puede transportarme a otro mundo, me dejará perderme en ti.

Pero hoy, hoy solo me permito extrañarte porque no vas a volver. Y no importa durante cuántos días te extraño o durante cuantos días no lo hago, solo se que no vas a volver. Y que todo lo que anhelo revivir, permanecerá hasta el anochecer, hasta que caiga en los brazos de Morfeo y no solo me permita extrañarte sino además, dejarte entrar en mis sueños e imaginar que, por lo menos una última vez, estamos juntos de nuevo.


Inseguridades



Un texto del baúl. Escrito en  mayo de 2016,
por Génesis Ojeda.


Todos nos sentimos inseguros acerca de algo. Todos seguro sienten cierto desagrado u odio por alguna parte de su cuerpo o personalidad.

No creo que las inseguridades sean malas del todo. Solo lo son cuando permitimos que nos dominen. Cuando los "defectos" destacan más ante los ojos propios que las virtudes.

Ahora pregúntate. ¿te gusta eso? ¿te gusta ver solo lo "malo" que hay en ti? ¿no te gustaría dejar eso atrás y concentrarte solo en tus buenas cualidades? Te hablaré un poco de mi y luego respondete esas preguntas a ti mismo.

Antes, no soportaba siquiera hablar sobre mis defectos o virtudes, les aborrecía y odiaba escuchar comentarios positivos o negativos sobre ellos, viniera de quien viniera.

He cambiado. Ahora se apreciar lo bueno (y malo) que hay en mí.

Descubrí lo que me gusta de mi cuerpo, de mi personalidad y de mis gustos. 
Aprendí que si no me gusta algo y tengo la oportunidad, puedo cambiarlo. Como mi sonrisa, por ejemplo. 
Valoro mis supuestos defectos porque me hacen recordar que nadie es perfecto, porque me pueden servir en algún momento y porque me hacen querer ser la mejor versión de mí, cada día.

¿Sabes que más aprendí?

Que más que quererse a sí mismo, hay que poner la opinión propia por encima de cualquiera cuando se trata de formar tu autoestima y el yo ideal. 
Tu debes ser quien quieras ser. No dejes que los prejuicios, comentarios, críticas o ideales de tus padres, amigos, profesores, familiares o demás conocidos te cambien, quieran hacer de ti lo que ellos deseen ni dejes que te adentren en el molde ideal que seguramente han creado para ti a través de los años.


No dejes que nadie ate o corte tus alas. Eres libre de volar a donde quieras y cuando quieras.

Sé tu mismo.
Haz lo que quieras hacer.

Nada te hará sentir más feliz que eso.

De los nervios al temor y del temor a la frustración.

De los nervios al temor y del temor a la frustración,
por Génesis Ojeda.

Todos tienen algo de toxicidad en sí mismos. Ya sea a través de personas cercanas que no hacen ningún bien o sentimientos y emociones que privan de vivir grandes acontecimientos y/o experiencias. Según Stamateas (2012), hay quince (15) emociones tóxicas que pueden estar presentes en los individuos. Algunos solo se identifican con una, dos o quizás varias de ellas pero sea cual sea el número total, este debe volverse un rotundo cero porque para sentir plenitud física y emocional, es elemental radicar las emociones tóxicas o disminuir lo más posible su toxicidad.

A continuación, se explicará cómo es para Génesis convivir con tres (3) de las quince (15) emociones mencionadas por Stamateas: la ansiedad, el miedo y por último, la frustración.

Todos los individuos de este mundo, son víctimas de sus elecciones y las consecuencias de estas. Algunas acciones traen consecuencias positivas y otras, negativas. Todo depende de lo que escojamos y de cómo lo llevemos, es decir, cómo se reacciona.

La ansiedad se puede dar por pensar demasiado en el futuro, cercano o no, la ansiedad se vuelve tóxica cuando los pensamientos tienen una perspectiva negativa. Se torna una mezcla de miedo y ansiedad por lo que no ha ocurrido y se desconoce si realmente pasará. La mayoría de las ansiedades no permiten que los individuos disfruten su vida plenamente porque les paralizan, afectan su mente y su cuerpo a tal punto que se piensa que todo saldrá mal. Es ahí donde se une y se da el círculo vicioso del miedo, aquel que se retroalimenta por culpa propia. El miedo empieza por un momento donde algo asustó o no salió como se esperaba y luego se empieza a temer pasar por situaciones similares, hay nervios y temor ante lo que pueda ocurrir y si es algo reciente, se entra en estado de vigilancia constante donde todo en el entorno es sospechoso y hay una sensación de que "no se está seguro" en ninguna parte, quizás se acepte el miedo pero no se hace nada para cambiar aquello o parece una idea casi imposible y se consiente que el miedo crezca, que domine y cohíba de vivir sin él. También llega a suceder, y es una experiencia constante en la vida de Andreina, que la ansiedad le impida hacer algo correctamente y le afecte a tal punto de tener síntomas fisiológicos como mareos, migraña, dolores en el cuerpo, entre otros. Le teme al futuro y cuando todo no ocurre como lo desea, se molesta, se frustra y entra en un estado de despreciarse a sí misma porque no logró satisfacer alguna necesidad o deseo.

Temer no está mal. Estar nervioso por algo, tampoco. El problema está y radica en dejar que estas emociones dominen el ser y le carcoman por dentro e impiden vivir la vida que se desea. El deber ser, es aceptar que se tiene miedo, el reflexionar acerca de esto y buscar soluciones que permitan controlar o superar el miedo en cuestión. Hay personas, como Andreina que le temen a los insectos, al fuego, a quedarse totalmente solos (aunque no significa que sea dependiente de otros) y de muchas cosas más. De pequeña, solía gritar si veía alguna cucaracha y alguien tenía que encargarse del problema porque ella se veía incapaz de afrontarlo por sí misma. Los nervios del momento y además del temor que este le hiciera algo, le dominaban y no permitían que esta reaccionará. Es ahí donde debe haber un cambio, donde ella no solo tiene que aceptar su miedo sino afrontarlo, ya sea eliminando a lo que le hace daño o de otra manera, en este caso, podría matar al "insecto" y si algo así vuelve a ocurrir, hacer lo mismo.

"No le tengamos miedo al miedo"

"El coraje no es la ausencia de temor, sino la capacidad de actuar a pesar de este"

Tener miedo, estar nerviosos y frustrarnos porque algo no sucede como se espera. Es normal, es parte de la vida. ¿Y sabes que también forma parte de la vida? El poder de cambiar el destino. Este poder no es más que el valor, el coraje, las ganas y la capacidad de una persona para ir a través de un camino luchando por lo que quiere, el caerse y volver a levantarse. Andreina cuenta como hace más de un año le tocó decidir donde estudiar, decidió irse lejos, a dos horas exactas del lugar donde había vivido por 16 años, tendría que vivir ahí durante la mayor parte del período escolar y llevar a cabo uno de los mayores desafíos de su vida hasta ese momento, vivir sola. Es una joven que a esas alturas no sabía hacer demasiadas tareas del hogar o por lo menos no por sí sola, a pesar de los nervios y de la ansiedad que llevo consigo durante las semanas antes del suceso y cuando la universidad comenzó, los miedos también se hicieron un espacio en su vida. Temor a la cocina, a la universidad, a los exámenes, al estar sola, al viajar sola, a la ausencia del sistema eléctrico, a las fuertes lluvias (aunque ella las ama), entre muchas otras cosas. El no lograr lo que deseaba, como cocinar algo sabroso o el no tener el tiempo suficiente para realizar todo adecuadamente, empezó a frustrarla a tal punto que lloraba por ello. Se exigía demasiado a sí misma y esto solo causaba más frustración. No fue fácil superar aquella situación pero a través de ayuda de terceros y su misma colaboración, se logró dar cuenta como de tóxica era la situación y aceptando los problemas, buscando soluciones lentas pero eficaces y pensando de manera positiva, logró mejorar su rutina a tal punto que se siente bien y todo está "yendo sobre ruedas".

El secreto está en observar las dificultades como fuentes de mejoría personal y a los problemas como oportunidades para crecer en todos los ámbitos que conforman la vida del ser humano. El conocerse, quererse y tener seguridad en sí mismo, el pensar positivo, el hablar con alguien de confianza acerca de lo pasa, la energía que se tiene día a día para enfrentar cualquier cosa, el recordar cómo has salido victorioso de otras situaciones, el reconocer los errores propios, el no renunciar a tus metas y seguir adelante a pesar de todo, son claves para que las emociones tóxicas no sean parte de ti. Andreina se encuentra en paz consigo y feliz de la vida que tiene gracias a estas estrategias, así que queda de parte de cada persona hacer un cambio en su vida para mejorarla.

"Cuantas más ganas tengas de superarte y sanar tu interior, mejor preparado estarás para alcanzar nuevas fuerzas con las que seguir adelante".

Perspectivas que cambian.

Durante años creí que ser hija única era lo mejor que me podía pasar; luego tuve una hermana, y esa perspectiva cambio para siempre.

Hace unos meses, específicamente en julio escribí un texto dedicado a mi hermana menor y antes de continuar, voy a compartirlo.


Piensas que ser hijo único es lo mejor que te paso en la vida, hasta que tienes un hermano.
Ella es Camila, es mi hermana, la enana como le digo yo. Y saben, a veces creo que ni yo misma soy consciente de cuanto la amo.
Amo su sonrisa, su risa, sus ojos y todas las palabras con sentido o no que salen de ella. Amo verla mientras come chocolate o cuando come cualquier cosa por si sola, porque esta grande y así mismo te lo hace saber. Amo cuando raya lo que no debería porque pone esa carita bonita mientras te dice que fue ella y además, no puedes resistir el disculparla. Amo como le da vida a sus juguetes, a sus peluches y el cariño que le tiene a estos últimos. Amo todo de ella, incluso los pocos "defectos" que he notado porque todo esto y más, la hacen ser lo más hermoso y tierno del mundo ante mis ojos. Que Dios te de vida y salud para que crezcas y seas feliz. Dios me de lo mismo a mi para verte y estar a tu lado.
Lo escribí en un momento de nostalgia, había regresado a la rutina universitaria después de haber pasado un par de semanas en mi hogar, con las personas que más amo y también a quienes más extraño cuando no les tengo conmigo.

En cambio hoy escribo para ella con un sentimiento distinto. Cada letra que fluye a través de mis dedos, proviene de mis pensamientos llenos de orgullo y felicidad absoluta. Mi alegría es ella, mi hermana.

Hace un mes aproximadamente que mi pequeña con sus 2 años y medio ingresó en la guardería, aunque estoy lejos la mayor parte del tiempo y que no llego a compartir ni 7 días al mes con ella, me afecto bastante el ver como empezaba esta nueva y como de bien le estaba yendo. Estaba conmocionada. Es increíble ver lo rápido que crece, cuanto aprende en mi ausencia; y cuanto me muestra cuando estoy vuelta.

Cuando voy camino a casa, sé con certeza que mi día va a mejorar al llegar. Sé que la luz en sus ojos y la sonrisa que me da puede disminuir el peso de todo lo negativo que pudo haber ocurrido durante los días anteriores. Sé que la alegría que ella siente es casi tan grande como la mía. Y sé, que nos amamos más de lo que la otra pueda siquiera imaginar.

Me impresiona lo rápido que crece y me entristece el no estar siempre presente. Pero me hace feliz saber de sus logros, de sus pequeñas batallas ganadas y el compartir con ella tanto como puedo.

Sus victorias son mis victorias y las mías son las suyas.

Su risa, sus bromas, su inocencia, su inteligencia, toda ella. Ella es el remedio perfecto para cuando me siento mal, es la medicina perfecta para cualquier dolor. Ella es un factor motivacional que día a día me lleva a ser mejor, el ser un buen ejemplo para ella me da parte de la energía y valor que necesito para seguir adelante.

Antes de ella, llegué a pensar que la atención familiar, el cariño y todo lo material que recibía era suficiente; pero entonces llegó ella. Inesperadamente llegó y lo cambio todo.

Al principio fue duro pero los bebés tienen ese algo especial que te induce a amarlos. Como en el capítulo de Los Padres Mágicos donde hay unas criaturas tan hermosas y tiernas que todos los aman. Bueno así son los bebés, igualitos diría yo.

Me costo aceptarla en mi vida, más de lo que la gente que no me conocía en ese momento se imagina e incluso no todos los que me conocían lo saben o lo vieron. La rechacé mientras estaba en el vientre de mi mamá y me negué a verla cada mes. Al nacer me negué a cargarla, no me importaron las quejas, los regaños o las charlas que me daban. No la quería y punto. Pero luego me quedaba a solas con ella y la veía, la empecé a ver sonreír, a ver sus ojos llenos de tanta luz, como crecía, como comenzó a sentarse y poco a poco se ganó mi corazón. Y más que eso, se ganó mi alma.

Cada quien afronta las situaciones a su manera, quizá la mía no fue la correcta pero supe sobrellevar todo al final. Entendí que su presencia es para toda la vida, que iba a tener que compartir absolutamente todo con ella. Iba a introducirse a mi vida y a cambiarla, la dejé hacerlo. Porque pare de verla como una intrusa o como algo negativo, cosa que creí por un lapso largo de tiempo. Consciente o inconscientemente, tomé una buena decisión.

Hay veces donde suelo preguntarme que sería de nuestra familia sin ella y siempre me respondo que no seríamos los mismos, no seríamos tan felices como lo somos. Pero justo ahora me pregunto que sería de mi específicamente sin ella y no lo sé. Aunque pienso que sería muy diferente y que probable no sería ni la mitad de lo feliz que soy hoy, ni tendría tanta motivación de estudiar, de seguir adelante y de ser alguien porque no la tendría a ella. Tampoco tendría a quien joder, hacer reír, enseñarle cosas o para yo aprender de ella.

Mi vida sin mi hermana estaría libre de peleas típicas de hermanos, de 'te quiero' silenciosos, de abrazos con gran emoción y sentimiento, estaría libre de risas sin sentido. Libre de 'po favo', 'salud', 'a hambre', 'a beso', 'aja', 'a bello', 'a sueño', 'te amo', 'fea tu', 'ayasa tu', 'e extraño', 'a dibuo', la pronunciación más tierna de mi nombre, 'echi'. Sería una vida que estaría libre de muchas palabras, acciones, momentos y recuerdos. Una vida que no quisiera experimentar jamás.

Amo su existencia. Amo que su existencia haya coincidido con la mía.
Amo ser su hermana, que sea mi hermana.
Amo tenerla en mi vida.
Amo cada rasgo de ella, la amo por completo y estoy absolutamente agradecida por su presencia.

Espero que ambas y nuestra familia tengamos muchos años más de vida para disfrutarnos que jode.

Que siga creciendo, siendo feliz, aprendiendo y desarrollándose.
Yo voy a estar ahí para ella en cada etapa de su vida.
Para apoyarla cuando solo necesite que esté ahí.
Para ayudarla cuando así lo desee.
Y voy a amarla, en esta vida...
Y en todas las demás.

Reseña de la serie Mr. Robot (primera temporada).


Durante el ultimo par de semana tuve la oportunidad y tiempo de ver una serie con bastante popularidad que nos recomendó un profesor para una clase. No pude verla en ese momento para lo que debía pero me llamo tanto la atención que la descargue y me la vi.

 Con una trama que siempre te mantiene a la expectativa y con un amplio contenido psicológico, Mr. Robot es, al menos para mí, una de las mejores series de esta época.

Si no la han visto... No sigan leyendo y busquen este post cuando lo hayan hecho o lean en este momento si no les importa leer spoilers. Habrá muchos. 

Hoy empecé la segunda temporada y debo decir que me tiene tan enganchada como la primera.

Desde el comienzo sabía que me iba a encontrar con un trastorno de parte del protagonista por lo que estaba atenta a cada detalle para ver como lo representaban y me retaba a mi misma a identificar los signos y síntomas.

 Elliot padece de ansiedad y fobia social (no voy a extenderme mucho en eso). Y algo que los espectadores pueden descubrir al principio, durante la serie o al final de la primera temporada cuando el secreto es desvelado es que además presenta un trastorno de identidad disociativo. Y Mr. Robot no es más que otra estado de personalidad de Elliot, su alterego. (En esto si que pienso extenderme, so better get ready)

Él es Mr. Robot. Él creo a Mr. Robot (por decirlo de alguna manera).

A raíz de todos los eventos que ha presentado durante su vida, el crear (inconscientemente) una personalidad nueva y distinta le permite al individuo hacer todo aquello que su antiguo yo se hubiese negado o expresar lo reprimido. En la serie, Elliot busca vengar la muerte de su padre y por ello, desea acabar con Evil Corp. Para mí, Elliot posee tal rencor por Evil Corp que sintiéndose incapaz de tomar la venganza por sí mismo, se ve en la situación (repito, inconscientemente) de tener otro estado de personalidad que le permita llevar a cabo sus planes.

El tener varias personalidades, dos en el caso de Elliot, es similar a ser dos personas dentro de un mismo cuerpo porque cuando uno domina por completo al sujeto, la otra parte de sí es casi incapaz de saber lo que sucede, ahí ocurre la amnesia disociativa, un síntoma del trastorno. Elliot no reconoce sus amnesias, lo que es normal en individuos con trastornos disociativos, el es consciente de la situación cuando ciertas circunstancias lo llevan a darse cuenta que no podía recordar información valiosa de sí mismo.

Los sujetos con trastorno de identidad disociativa también presentan intrusiones en su conciencia, desde voces hasta pensamientos, emociones e impulsos y ocurre tal alteración que tienen la sensación de que su cuerpo o acciones no les corresponden a sí mismos. Siguiendo el ejemplo que mencione más arriba, hay dos personas dentro del mismo cuerpo y por ende, siempre habrá uno que domine más, cuando es la personalidad central del individuo la que queda en segundo plano, este se siente un observador despersonalizado de su propio ser.

Elliot olvida ciertas situaciones en las que Mr. Robot toma el control mientras que él pierde total contacto con la realidad, como también están los momentos donde ambas personalidades están presente y disputándose quien va a dominar al sujeto. Dos conciencias peleando por un mismo cuerpo, son momentos desconcertantes y vividos en forma egodistónica.

La amnesia disociativa se manifiesta de tres formas: lagunas en la memoria, se olvidan datos vitales de la persona como períodos de la niñez o eventos importantes; eventos recientes, como lo que sucedió ayer o el haber realizado alguna acción; descubrir evidencia de sus acciones, como el desastre que uno deja luego de buscar algo pero no recuerda el haber realizado esa búsqueda. En la escena donde Elliot recuerda a su hermana, se puede identificar esa laguna de memoria que recién mencione y si, había olvidado que tenía una hermana.

Otro aspecto interesante es que Elliot consume drogas pero según los criterios diagnósticos del trastorno, ninguno de los síntomas que he mencionado se le pueden atribuir al comportamiento bajo consumo. No pienso meterme con eso aunque pienso investigar, por curiosidad y para aprender un poco más.

Un aspecto curioso de este trastorno es que entre los estados de personalidad suelen haber nombres y características físicas diferentes entre sí. Mr. Robot es la personificación del padre de Elliot, y si se preguntan por ese nombre, así se llamaba la tienda de computadoras que su padre tuvo años atrás.

Ellior va al psiquiatra pero este no es muy abierto con ella, cosa que ella le recrimina en varias oportunidades, tipo "si no hablas, no puedo ayudarte Elliot". Pero al final, le confiesa lo que es, un hacker y que la ha hackeado a ella.

El final... Los últimos tres episodios de la primera temporada, son lejos, de lo mejor que he visto. Él cree que su padre esta vivo hasta que es consciente que no es real y que lo que ve no es más que su otro yo, Mr. Robot.

Elliot tiene una larga y dura historia familiar que se va descubriendo, y el va recordando, poco a poco. En efecto, su ansiedad y fobia social pueden ser consecuencia de esas experiencias previas.

Terminando, admito que me atrajo bastante Tyrell y una de sus escenas con Elliot, en la que le comenta lo fascinado que se sintió matar a alguien. Solo pude pensar "este tipo esta loco" y sin duda lo esta. Algo tiene y espero poder descubrirlo más adelante.

Hay tanto de esta serie que llama la atención, la mayoría de lo que vemos en ella vale la pena analizarlo, desde lo tecnológico (pero con eso no me meto) hasta lo psicológico que se muestra.
  
Espero que la vean en el caso de que no lo hayan hecho y que no me odien por el spoiler. Si ya la han visto, compartan sus opiniones conmigo, si quieren y pueden.

También espero haberles contagiado un poquito mi cariño por esta serie.

-Génesis. 

Momento desagradable, incomodidad y molestia.

Me he dado cuenta que suelo empezar mis posts con un "hoy..." porque empiezo a hablar de alguna experiencia personal que haya tenido lugar momentos antes y este día tan bonito (pero con un momento tan desagradable en el), es la excepción.

No sé si les ha pasado que alguien comienza a reírse y ustedes saben perfectamente que la risa es por ustedes. Bueno, a mi sí. Y es algo que al principio no me molesta, pero... sí, siempre hay un pero. Se vuelve molesto cuando no te dicen el porqué, cuando todos en el grupo empiezan a saber el motivo de las risas menos tú, cuando es algo que te afecta y no son capaces de comentarte nada. 

Un ejemplo es cuando algo está mal en tu apariencia, como que la blusa esta al revés, te despeinaste y pareces un espantapájaros o tienes algo en algún diente. 

¿Por qué reírse y reírse sin comentar lo que está sucediendo? Después uno se molesta o se siente mal y tienen el descaro de preguntar el porqué. 

No está bien. Si quieres reírte bien, pero por lo menos coméntale a la persona lo que está sucediendo, ya verá si resuelve la situación o deja todo como esta. Pero reírse de algo que el sujeto en cuestión desconoce, no es correcto y mucho menos si son cercanos. 

Me incomoda y molesta más que me oculten las cosas por insignificantes que sean, a que me las cuenten. Eso sí, uno tiene que saber decir las cosas. Cuidar la prosodia de nuestro lenguaje, para ser honesto hay que conocer a la persona con quien se está tratando. 

En serio, este es un post bastante tonto y lo reconozco pero es mejor desahogarse que reprimir la molestia.

Feliz comienzo de semana. 


En un mismo día, un antes y un después.

Un antes y un después. 

Cada día es una experiencia distinta, ya sea por lo que hacemos, por el ánimo que tenemos o por cómo reaccionamos ante los estímulos que nos abordan durante el estado de vigilia. 

Hay días de alegría, días de tristeza, días de nostalgia, días de dudas, entre muchos otros.

Y sí, todos llegamos a tener malos días. Todos pasamos por ratos no tan agradables a nuestro parecer. 

Para mí por ejemplo, hoy ha sido un mal día pero agradezco un par de cosas entre tanto mal: Estar viva, estar sana y tener la oportunidad de aprender de las experiencias no muy gratas.

El día de hoy ha estado colmado de dudas, dudas que empezaron cuando un par de cosas no salieron como quería y esperaba. Admito que no me gusta dudar, al menos no de mis acciones porque las dudas son inseguridad, una inseguridad que me llena y contamina. 

Durante parte de la tarde y la noche he infectado mi mente, dudando de lo que estoy haciendo, de si voy por buen camino o de si es realmente mi camino, de si estoy haciendo lo correcto, de si esto es realmente lo que quiero hacer y de si soy o seré buena en lo que quiero. 

Mi seguridad decae mientras me hago esas preguntas porque pongo en juicio mis capacidades.

(Tiempo después…)

Y luego de haberme recriminado durante horas, reflexioné.

Me di cuenta que estoy permitiendo que asuntos insignificantes me afecten a tal punto de cambiar mi estado de ánimo y hacerme sentir miserable, eso no está bien. No debo atribuirle esa característica a situaciones que no lo ameriten.

No todo va a ocurrir como quiero que ocurra, no siempre voy a tener los resultados que quiero pero no por eso voy a tirar la toalla. No voy por eso voy a dudar de mí, no voy a rendirme y abandonar mis metas, no quiero ni debo. 

Debo confiar en mis capacidades y habilidades para afrontar los obstáculos del día a día, debo mejorarles en caso de no ser lo suficientemente buenos y fuertes pero no debo abandonar la lucha. 
No debo ahogarme en un vaso de agua por una mala experiencia o por un mal día en general.

Porque…

Está bien sentirse mal por un momento. Lo que no es correcto es que la inseguridad y el miedo permanezcan mucho tiempo o van a interferir en el juicio que uno tiene de sí mismo y del entorno.

También está bien tener miedo a fallar y está bien no ganar siempre. El que algo no salga como esperamos y “fracasemos” nos frustra, nos entristece y nos llena de sentimientos de culpa. Pero cuando tomas plena conciencia de la situación, lo ves desde otra perspectiva, la culpabilidad desaparece, la frustración disminuye y la tristeza se convierte en ganas de superación. 


Lo que a mí me paso hoy me tomó desprevenida y eso es común, suele ocurrir con los fracasos o las “malas” experiencias. A mí me tomó horas adoptar una postura diferente para poder sacar provecho de la situación; en cambio, hay personas que tardan días, semanas, meses e incluso años. Todo depende de que tan grave sea la situación y en el tiempo que nos enfrasquemos en el problema. 

Así que cuando algo vaya mal, puedes ir y ahogarte en tus penas por un momento, o  lo que prefieras. Pero luego procura mirar todo desde una perspectiva diferente y verás que logras sacarle provecho a cualquier situación que se te presente. 

La vida son experiencias. La vida es aprendizaje. La vida es vida y hay que vivirla.