
¡Corté mi cabello!
Sí, corté mi cabello. Pero empecemos a contar esta historia de locos desde el principio pues aunque el corte ha roto algunos corazones, el saber la historia suaviza un poco el golpe y el dolor del mismo.
La tercera y cuarta pieza
No es difícil incluir un tercero en la foto donde solo había dos.
Difícil es incluirle realmente,
incluirle en nuestras vidas y dejarle entrar.
Difícil es integrarlo en nuestras rutinas,
o cambiarlas de ser necesario.
Lo difícil es acostumbrarse a una nueva figura,
una que no recuerdo haber tenido antes.
Difícil es lidiar con los celos de que a veces su felicidad no sea causada por mí,
sino por ese alguien nuevo.
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