Ensayo: Condicionamiento Operante


Condicionamiento Operante
Autores(as): Génesis O. y Yennifer D.

El condicionamiento operante es una de las teorías y conjunto de principios más populares en el estudio del comportamiento, fue explicado principalmente por medio de los múltiples experimentos realizados por B. F. Skinner. Es indispensable definir los términos condicionamiento y operante para posteriormente entender de qué trata el condicionamiento operante. La palabra condicionamiento proviene del verbo “condicionar” y se refiere a la ejecución de una acción bajo alguna condición, este también se define como una clase de aprendizaje mediante la asociación. Por otro lado, el término operante deviene del verbo “operar” y se entiende como la acción que produce el efecto que está destinado a producir.


Ahora bien, se concibe que el condicionamiento operante consiste en el accionar bajo determinadas condiciones y como una forma de aprendizaje a través de asociaciones que puede desarrollar conductas en función de sus consecuencias. Según Reynolds (1968), el condicionamiento operante se refiere a un proceso en el cual la frecuencia con que está ocurriendo una conducta, se modifica o se altera debido a las consecuencias que esa conducta produce. Y como se mencionó con anterioridad, también se considera al condicionamiento operante como un conjunto de principios acerca de la conducta y del medio ambiente, los cuales se usan para describir de manera objetiva a la conducta, el lugar donde se presenta y la relación entre ambas.

Debido a que los estudios del condicionamiento operante son basados en la conducta, se le considera como una ciencia experimental que estudia elementos que pueden ser observables, medibles, cuantificables y reproducibles o controlables. Pero, ¿qué se entiende por conducta?  Para el condicionamiento operante la conducta se entiende como todo aquello que una persona realiza como consecuencia de las condiciones ambientales y que el ambiente determina la conducta por lo que algún cambio en el medio ambiente causa cambios en la conducta de un sujeto.

El medio ambiente afecta al organismo y puede controlar la conducta por medio de dos determinantes ambientales, uno contemporáneo y otro histórico. El histórico se refiere a la posible relación entre las experiencias previas o vínculos de un organismo, es decir, su conducta precedente y las respuestas dadas en el presente. Por otra parte, el determinante contemporáneo explica las condiciones actuales que son responsables de la conducta. Para Reynolds (1968), el objetivo principal del condicionamiento operante es predecir y manipular la ocurrencia de una cierta conducta bajo un determinado conjunto de condiciones ambientales. Y tiende a estudiar la probabilidad de ocurrencia de una conducta bajo condiciones específicas, asimismo, esta probabilidad puede ser vista como una frecuencia absoluta o una tasa de ocurrencia.

Dentro del condicionamiento operante se le denomina a la ocurrencia de la conducta como respuesta, mientras que a las condiciones ambientales se les conoce como estímulos. Hay distintos tipos de estímulos y respuestas. Las respuestas pueden ser operantes (ocurrencial) o respondientes (innata), también denominadas instrumentales y reflejas respectivamente. Los estímulos se dividen en cuatro tipos diferentes, los estímulos evocadores, reforzantes o reforzadores, discriminativos y por último, los estímulos neutrales. En el condicionamiento operante, es común usar los términos operante, reforzador y discriminativo. Es pertinente realizar una breve explicación de cada clase de estímulo antes de poder continuar.

Primero se tiene a los estímulos evocadores, regularmente van antes que las respuestas y evocan respuestas estereotipadas, llamadas respondientes. Una segunda clase de estímulos está compuesta por los estímulos reforzantes o reforzadores, estos están compuestos de eventos que suceden después de la respuesta y tienen la capacidad de incrementar la frecuencia de la respuesta operante para que ocurra en situaciones iguales o similares. Los estímulos discriminativos son una tercera clase de estímulos que aparecen antes o durante las respuestas, pero no la evocan, sino que la presencia de un estímulo discriminativo incrementa la probabilidad de respuestas operantes que han sido reforzadas cuando han estado presentes los mismos estímulos discriminativos. Por último, otra clase está compuesta por los estímulos neutrales, aquellos que en cualquier momento no producen cambios en la conducta.

Si un estímulo evoca una respuesta innata ante cierto evento ambiental, esto será debido a la estructura heredada del organismo. Por lo que ese estímulo evocador evocará la misma respuesta respondiente en todos los organismos de la misma especie con características similares, como el sexo y la edad. Esas respondientes tienen una frecuencia que depende del estímulo evocador y además, las consecuencias o eventos posteriores a las respondientes no afectarán la frecuencia. Estas dos últimas características permiten comenzar a observar la diferenciación entre las respuestas respondientes y operantes.

Durante las distintas etapas del desarrollo, el organismo recibe estímulos que si bien antes no provocaban nada, adquieren el poder de evocar respuestas respondientes al igual que sucede con los estímulos evocadores. En el vocabulario técnico del conductismo y el área psicológica, se les denomina estímulos incondicionados a los estímulos capaces de evocar una conducta respondiente y estímulos condicionados a los que adquieren el poder de evocar una respuesta después de un debido procedimiento. El condicionamiento respondiente tiene sus propios términos, el estímulo incondicionado se abrevia con las iniciales EI y el condicionado, es EC.

Por lo tanto, el condicionamiento respondiente es un proceso donde un estímulo neutral con respecto a la respondiente pasará a ser un EC que sí evoque la respondiente. Lo que ocurrirá por medio de la repetición de un estímulo novedoso –o neutral– que se va a presentar en conjunto con un EI, capaz de evocar una respondiente, de manera que luego al mostrar únicamente el EC, este evocará por sí solo la respondiente que solo había sido evocada por el EI. El principal ejemplo del condicionamiento respondiente es el condicionamiento de la respuesta de salivación.

A diferencia del condicionamiento respondiente, en el operante la conducta ocurre sin la presencia de un estímulo evocador específico y la frecuencia de la conducta operante está influenciada por las consecuencias que produce. Además, según Pérez, Gutiérrez, García y Gómez (2005) la conducta operante es voluntaria, o como Skinner sugiere, emitida más que elicitada. Y dado que la conducta operante se emite, es necesario que se creen situaciones en las que la conducta tenga probabilidades de aparecer.

A estas conclusiones se llegó a través de la investigación y la experimentación, pero ¿qué es la investigación y cómo funciona dentro del condicionamiento operante? El objetivo de la investigación es buscar y conocer hechos o principios que pueden llegar a ser un descubrimiento o una confirmación. Dentro del condicionamiento operante, la investigación cumple la función de encontrar cambios del ambiente que producen cambios en la conducta y para obtener esa información generalmente se experimenta con animales, sin embargo, en algunas oportunidades se utilizan personas.

La investigación en el condicionamiento operante requiere de un control detallado y preciso del medio donde se desarrollan los organismos que forman parte de un experimento. Hay aparatos y equipos de registros que han sido creados o adaptados para el estudio de la conducta operante, los detalles de un aparato dependerán del organismo con el que se experimentará y de los rasgos conductuales y sensoriales del mismo.

Para la realización de un experimento, el individuo será introducido en un cubículo aislado –para evitar influencias y contaminaciones en los resultados del experimento– denominado cámara experimental. Las conexiones eléctricas que conectan la cámara con el equipo de programación y registro en la investigación conductual hacen posible el control y registro de lo ocurrido en el cubículo. Asimismo, dentro del cubículo hay aparatos que están destinados a estimular al organismo y entregar el respectivo reforzador cuando sea el momento.

Las sesiones experimentales se realizan individualmente y duran alrededor de dos o tres horas aproximadamente. Durante los experimentos, el reforzador tiene a presentarse al mismo tiempo que estímulos distintos y discriminativos, como la iluminación de la cámara que regresa a su estado normal después que desaparece el reforzador –como sucede en el aparato operante para pichones–. Este mecanismo permite que el reforzador sea notorio, de manera que su comienzo y final puedan delimitarse con claridad.

A través de investigaciones y experimentaciones, el condicionamiento operante busca manipular conductas, bien sea para adquirirlas o extinguirlas, es decir para que se incremente o no la probabilidad de ocurrencia de una conducta. Como se mencionó anteriormente, se tienen dos tipos de conductas –respondiente y operante– por lo que la adquisición de cada una de ellas varía. Para la adquisición de una conducta respondiente, simplemente es necesario un estímulo evocador que generará la posible respuesta mientras que las conductas operantes no tienen estímulos evocadores sino que la adquisición de esta se da a través de los estímulos reforzadores, sin embargo, la creación de una nueva conducta operante puede realizarse mediante el moldeamiento, que se basa en la existencia o no de reforzamientos con los que se puedan cambiar las respuestas simples ya existentes por respuestas nuevas más complejas.

Ahora bien, una conducta no simplemente se puede adquirir sino que también se puede extinguir. Dentro del condicionamiento operante una conducta se puede extinguir dejando de usar reforzadores con el fin de que exista una disminución gradual de la frecuencia de la respuesta, para así eliminar por completo la acción de responder. Cabe destacar que este no es un procedimiento que se da de manera inmediata ya que existen distintas variables que afectan, como por ejemplo el número de extinciones previas que facilitarán el proceso o la motivación del sujeto, que dependiendo de la magnitud, facilitarán o dificultarán el proceso. Además, es común que al comienzo de la extinción se incremente de forma temporal la frecuencia de las respuestas y después, cuando la conducta no sea reforzada, comenzará a desvanecerse.

Si se desea una buena adquisición o extinción de una conducta es necesario tomar en cuenta los estímulos para que exista un buen control de los mismos. El control de los estímulos se va desarrollando con ayuda de los estímulos discriminativos y con cada reforzamiento que ocurre. El proceso de control de estímulos no es selectivo, ya que puede existir una generalización de estímulos. Es decir que el reforzamiento de una respuesta ante un estímulo no solamente generará que se responda ante ese estímulo sino que existe la posibilidad que se responda de la misma manera antes otros estímulos similares, porque esos estímulos puede que estén compuestos por los mismos parámetros.

Según Kazdin (2000) el control que ejerce un estímulo determinado lo comparten otros estímulos semejantes o que comparten propiedades comunes. Por ejemplo, si una conducta es reforzada en presencia de una luz amarilla, el organismo mostrará una alta probabilidad de presentar esa conducta cuando haya una luz de otro color y no cuando se esté en presencia de un estímulo auditivo, esto se deberá a que la atención estará dirigida hacia una modalidad sensorial visual y no hacia una auditiva.

Sin embargo, es necesario diferenciar entre la generalización y la simple ocurrencia de determinada respuesta, esto se puede demostrar cuando la frecuencia de una respuesta no ocurre si no está presente el estímulo originario. En las respuestas también puede ocurrir una generalización, es decir que ante el estímulo se puede dar otra respuesta similar a la que fue previamente reforzada. A parte de la generalización también está presente la discriminación, cuando hay un declive en la generalización, quiere decir que el organismo discrimina entre estímulos, por lo que se generarán respuestas distintas a estímulos diferentes, lo que se puede demostrar bajo la presencia de un reforzador diferencial. Si se añade un reforzamiento a un estímulo pero se deja sin reforzamiento a un segundo estímulo, la discriminación entre esos dos estímulos será cada vez mayor y va a incrementar la diferencia entre las dos tasas de respuesta, una será más elevada mientras que la otra se va a reducir.

Como se menciona anteriormente, entre los tipos de estímulos existen algunos que pueden llegar a convertirse en reforzadores condicionados, ya que previamente han estado asociado al reforzamiento, sin embargo, también existen otros que se denominan incondicionados por el simple hecho de no presentar ningún tipo de experiencia previa. Existen dos tipos de estímulos condicionados, los positivos y los negativos, ambos generan diversos efectos sobre la conducta de un individuo y ocurren generalmente dentro de la cadena estímulo-respuesta. Los reforzadores condicionados positivos son estímulos que resultan reforzantes para el individuo y los negativos o aversivos están compuestos de estímulos cuya desaparición o eliminación es reforzante.

A pesar de lo expuesto, no todas las respuestas deben ser reforzadas para que puedan ocurrir debido a que fuera de un experimento, es decir en la vida cotidiana, los reforzamientos no se presentan de manera continua y sin embargo la ocurrencia de ciertas respuestas ante ciertos estímulos, ocurre. Se podría decir que el ser humano se encuentra dentro de un programa de reforzamiento intermitente. En la experimentación existen varios programas de reforzamiento que tendrán efectos en  la ocurrencia de las respuestas. Los programas de reforzamiento positivo se dividen en dos, los programas de razón y los programas de intervalos, que a su vez pueden ser clasificados en dos grupos, los variables y los fijos. Cada uno de estos programas reforzadores va a producir una ejecución característica que dependerá del programa del que se hable.  Y para facilitar el registro, los programas de razón cuentan con una abreviación y un número que indica un determinado valor.

El programa de razón fija, refuerza una respuesta correcta después de un número determinado de respuestas mientras que en el de razón variable deben ocurrir un número versátil de respuestas antes de que se presente un reforzamiento. El programa de razón fija usa las iniciales RF y el número que le sigue será el número de respuestas necesarias para que ocurra cada reforzamiento. El programa de razón variable se abrevia con las iniciales RV seguidas de un número que indique el valor promedio de razones o respuestas para que se presente el reforzador. En el programa de intervalo fijo se reforzará una respuesta después de haber transcurrido un tiempo determinado desde que ocurrió el último reforzamiento y en el intervalo variable, el programa reforzará la respuesta después de un número variado de períodos o intervalo.

Aparte de los programas de reforzamiento simples mencionados anteriormente, existen otros tipos de programas que pueden considerarse más complejos, como por ejemplo el programa de reforzamiento múltiple, el cual consiste en una combinación en la que se agrega un estímulo discriminativo. Técnicamente, un programa múltiple consiste en dos o más programas independientes, los cuales se presentan al organismo en forma sucesiva, cada uno de ellos en presencia de un estímulo discriminativo característico (Reynolds, 1968).  Normalmente, se busca reforzar o extinguir la misma respuesta en todos los programas aunque también es posible estudiar una respuesta diferente ante cada estímulo.

Por otro lado están los programas de reforzamiento compuesto, en los cuales se refuerza una sola respuesta en función de los programas que estén operando al mismo tiempo. Como parte de los programas compuestos, se encuentra el programa conjuntivo. En el programa conjuntivo se debe cumplir los requisitos de todos los programas con los que se está trabajando. Ejemplo, en un programa conjuntivo RF e IF, la respuesta va a ser reforzada después de haber llegado a la razón fija de respuestas y al tiempo de intervalo fijo necesario. Siguiendo el ejemplo anterior pero con un programa alternativo,  solo se requerirá satisfacer un requisito de RF o de IF para que aparezca el reforzador.

Hay un tercer tipo de programas de reforzamiento, el cual será el último a mencionar antes de concluir esta redacción, los programas de reforzamiento concurrente. En la programación concurrente, se experimenta con dos o más programas que operan al mismo tiempo y además, refuerzan dos o más respuestas. Es decir, si un organismo se encuentra en la cámara experimental donde hay dos llaves y cada llave pertenece a un programa, el accionar la primera llave hará que uno de los programas refuerce al organismo y cuando se emita una respuesta sobre la segunda llave, será el otro programa el que refuerce esa conducta.

En la programación concurrente se evidencia que cada programa es independiente, aunque las contingencias que resultan de las asociaciones temporales o espaciales de las respuestas van a  producir interacciones entre sí. Es por esto último que durante un experimento con programación concurrente, el experimentador suele agregar un requisito con el fin de que se elimine ese posible encadenamiento y siga existiendo la independencia entre las respuestas y los programas.

Conclusiones

Para el condicionamiento operante la frecuencia de una conducta dependerá de las consecuencias que esta haya tenido durante experiencias previas, es decir que dependiendo de la ocurrencia de la conducta y el reforzador que se presentó en el pasado ante un estímulo, será la respuesta que se dará en el presente cuando se presente el mismo estímulo o uno con parámetros similares. El condicionamiento operante plantea que la conducta puede ser entendida solo cuando se especifica cómo y cuáles circunstancias influyen en la producción de cambios en la conducta. Las características de la conducta y su probabilidad de ocurrencia, están determinados por las condiciones ambientales, por los eventos que preceden o acompañan a la conducta, por los eventos ambientales que cambian como consecuencia de la conducta y por la experiencia previa del organismo con el medio ambiente (Reynolds, 1968).

Por medio de los experimentos relacionados con el condicionamiento operante y la conducta en general se obtuvo que para observar, cambiar o analizar la conducta en los laboratorios se requiere de una programación debidamente estructurada y de aparatos y equipos que permitan llevar a cabo el programa. Por otra parte, los organismos objeto de investigación son animales, los más comunes son los pichones y las ratas. Los estudios realizados buscaban explicar el funcionamiento de la conducta influenciada por estímulos externos y como en base a esos estímulos se puede obtener un aprendizaje que lleva a generar posibles respuestas.

Dentro de esas respuestas posibles en el C.O se encuentran las respuestas operantes y respondientes, las cuales se generaran dependiendo del estímulo que podrían ser estímulos evocadores, reforzadores, discriminativos y neutrales. A su vez, están los estímulos incondicionados, condicionados y el estímulo neutral, que puede pasar a ser un estímulo condicionado por un proceso de condicionamiento respondiente. Están algunos estímulos que tienen la propiedad de reforzar una conducta aunque nunca se haya tenido una experiencia previa con dicho estímulo, estos son los reforzadores incondicionados, y por otra parte, están los reforzadores condicionados o secundarios que adquieren la propiedad de reforzar a través del tiempo y vida del individuo. Tanto el estímulo discriminativo como el reforzador condicionados comparten el poder de aumentar la probabilidad de una respuesta operante.

Los programas de reforzamiento toman un punto importante debido a que estos van a determinar que después de que una respuesta ocurra existirá un reforzamiento. El control de los estímulos facilita la decisión de a qué estímulos responder y ante cuales no, y también se puede presentar la generalización, donde se presentarán estímulos compuestos por características similares al estímulo presentado en un primer momento lo que generara una confusión.

Todos los estudios realizados por el condicionamiento operante han permitido a los profesionales de la salud conocer más a los organismos y cómo estos trabajan. Y es a partir de los principios del mismo condicionamiento operante ya descritos –y de otras teorías psicológicas–  que se han originado tratamientos psicoterapéuticos que permiten a los psicólogos elaborar instrumentos y estrategias para modificar o suprimir los síntomas de sus pacientes. Es por esto que el condicionamiento operante a lo largo de los años ha tomado un lugar importante dentro de la psicología ya que muchas de sus técnicas resultan útiles en la psicoterapia.

Referencias bibliográficas

Reynolds, G. S. (1968). Compendio de condicionamiento operante. San Diego, California: Universidad de California.

Pérez, V., Gutiérrez, Ma. T., García, A. y Gómez, J. (2005). Procesos psicológicos básicos, un análisis funcional. Madrid, España: Pearson Educación.

Kazdin, A. (2000). Modificación de la conducta y sus aplicaciones prácticas (2da ed.). (V. Sánchez Rivas, Trans.). México: Editorial El Manual Moderno. (Trabajo original publicado en 1994)


1 comentario:

  1. It’s again another amazing post! I really enjoyed this post really amazing one. very informative and useful article, Keep doing a greats post. I wait more and more information from u. our Amazon gift card generator helps you to purchase of any Amazon products from amazon store or amazon prime video.

    ResponderBorrar