Dedicado a una amistad que se desvaneció
La amistad que se desvaneció
Puedo recordar las tardes a tu lado,
al igual que los días y las noches.
Jugábamos en mi cuarto
y en la sala también.
Con los legos o las barbies,
fingiendo ser médicos
o madres con sus pequeñas
y lindas muñecas de juguete.
Jugábamos casi a diario,
mi familia era tu familia,
mi hogar era tu hogar.
Pero todo aquello se desvaneció.
Te fuiste un poco lejos
y ya no me visitabas como antes.
No te tenía cerca y tus visitas
disminuyeron su frecuencia.
Comencé a jugar sola,
con todos esos juguetes
que solía compartir contigo.
Mi cuarto, mi sala, mi casa,
todo se sentía solitario
pues ya no estabas tú
para jugar conmigo.
Entendí que nuestra amistad
se había desvanecido
cuando en la adolescencia
cambiaste de amigos
y me dejaste botada en el camino.
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