Ayer fue uno de esos días donde te recordé y pensé en ti. En lo que no pudimos vivir. Pero tengo recuerdos y eso es lo que me lleva a escribir estas palabras para ti.
Todo comenzó cuando alguien vio mis ojos y comentó que son parecidos a los tuyos, que tienen el mismo brillo y que nuestra mirada es muy similar. Que verme a mi, a veces es como verte a ti.
Y te extraño, siempre te extrañaré, pero comprendo tu ausencia y no te culpo por ella. Acepto que así son las cosas y no puedo cambiarlas. Pero eso no evita que me embargué la melancolía cuando alguien te menciona, cuando recuerdan como eras, lo que solías hacer. Siempre río cuando alguien cuenta que amabas las caraotas con mayonesa, o mejor dicho, casi cualquier comida con mayonesa porque se la echabas a todo. También que visitábamos a la abuela cada domingo, que le escribías poemas a mamá y que escribiste la nota más hermosa del mundo el día que nací, que se la diste a mamá junto con unas flores. Y lo que nunca podré olvidar, tu manera tan peculiar, significativa y bonita de decirnos cuánto nos amabas.
Cuando pienso en ti, cuando me cuentan de ti, cuando me miro al espejo y veo mis ojos, cuando veo nuestras fotos. Cada una de esas veces y en muchas otras más, te recuerdo. Te recuerdo con cariño, con nostalgia y sobre todo con mucho amor.
Hoy al igual que ayer, te extraño. Y hoy, al igual que todos los días, me inspiras.
Tú también eres la luz que ilumina mi vida.
¿Notaron su hermosa forma de decir «te amo»? A mí me encanta desde que me di cuenta por primera vez.
Esta publicación también está disponible en mi cuenta de Steemit.
Pueden verla aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario